MÁS ALLA DEL LÍMITE, SERIE. 1ª Temp. Capitulo 13. “La
conversión”
El episodio
está basado en el relato corto “Two strangers”, de Richard B. Lewis
1995. Ciencia ficción. P: 6/10.
Intérpretes:
John Savaje , Beau Starr, Rebecca De Mornay y Frank Wahley
Director:
Rebecca De Mornay
Sinopsis: Henry es una persona desahuciada por la
vida. Ha llevado una mala vida y fue encarcelado por un desfalco cometido por
su jefe. Una vez que sale de la cárcel su única obsesión es matar a la persona
que según él le ha destrozado la vida, su jefe. En su camino a la oficina se le
presenta una mujer que intenta impedir el desenlace de lo que va a suceder.
Finalmente Henry asesina a tres empleados y la mujer que le intentaba impedir
que lo hiciera desaparece ante sus atónitos ojos. Henry sale herido con un
disparo en el costado, producido por los agentes del orden. Escapará y se
refugiará en un café. En el café conocerá a un enigmático personaje, éste le
hará ver lo equivocado que ha estado escogiendo el camino que ha seguido y le
ofrecerá una segunda oportunidad para tener una nueva vida. ¿La aceptará
Henry?...
Comentario: Es un fantástico episodio, simbólico,
lleno de signos y buenas intenciones, de buena vida y esperanza, sobre todo
esperanza.
Prácticamente toda la trama interesante se
desarrolla en una cafetería y los diálogos entre los protagonistas (John Savage
y Beau Star) son magníficos; al fondo los preparativos de un cumpleaños
sorpresa.
Es una historia sobre las segundas oportunidades y
la posibilidad de que las personas cambien. La historia me recuerda muchísimo a
“Qué bello es Vivir”, de Frank Capra. Claro que visto desde el lado contrario.
En el episodio, una especie de ángel (John Savaje) explica al delincuente que
sus malas acciones (que él no cree tan malas hasta que le van mostrando sus
consecuencias) tienen efectos negativos que repercuten en terceras personas;
por lo tanto las malas acciones del protagonista han provocado problemas
irreversibles a otros. En cambio, en “Qué bello es vivir” el ángel enseña a un
bondadoso protagonista un futuro desolador en el caso de que no hubiera actuado
correctamente durante su vida. En los dos casos las decisiones de los
protagonistas denotan una clara reacción que repercute en terceros. Aquí podríamos
aplicar la teoría de la física: toda acción tiene una reacción.
El único pero que se le pude hacer es que queda como
muy blandito a causa de la dirección y de los actores, muy merengue.
“Una
segunda oportunidad, pero la redención no pide un cambio de cuerpo sino un
cambio de corazón” (reflexión final).
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