MÁS ALLA DEL LÍMITE, SERIE. 1ª Temp. Capitulo 17. “Buscando
amor”
1995. Ciencia ficción. P: 6/10.
Intérpretes:
Jason London, Saul Rubinek, Garry Chalk y Alyssa Milano.
Director:
Mark Sobel.
Sinopsis: Anna es una estudiante que está enamorada
de Hey y llevan saliendo un año, aunque aún no han mantenido relaciones
sexuales ya que Anna no está preparada y, de común acuerdo quieren llegar así
al matrimonio. Un día, en el apartamento de Anna sucede algo extraño: atraviesa
la pared una especie de meteorito con una crisálida de origen extraterrestre.
Cuando Anna se acerca a la crisálida, una especie de mariposa energética se
instala en su cuerpo. A partir de entonces despertará un instinto sexual
desconocido en ella que le dará la necesidad de conquistar al hombre más
próximo y emitirá unos feromonas que atraen hacia ella a todos los que se
cruzan. El desafortunado que caiga en sus redes será absorbido literalmente por
Ana, haciendo desaparecer todo vestigio de su existencia…
Comentario: Es un episodio curioso pero menor. La
moraleja del episodio es que el amor lo puede todo y que está por encima de los
otros instintos primitivos. La discusión está servida…pero como siempre están
el amor como una fuerza primigenia y fuerte, capaz de romper barreras, capaz de
lo mejor de nosotros mismos. Lo original de que una alienígena capaz de
absorber esa energía, que la desea, que la necesita para sobrevivir y vivir es
algo digno de interés pero el modo de tratarla es más bien pueril.
Hay escenas duras y muy logradas como esa absorción
de los cuerpos de los amantes que la joven va encontrando por el camino, muy
gore, incluso.
Buenos actores, como siempre los secundarios de lujo
de una cinematografía americana, desaprovechados casi siempre y que, aquí, lo bordan, como siempre.
Mu en la línea de Farmer, sin las complejidades
sexuales de este, un buen ejemplo de hacer ciencia ficción saliéndose de las
pautas convencionales. Y, sin embargo, no deja de ser un episodio de aliens de
visita a la Tierra y su encontronazo con nosotros, los pobres palurdos de
siempre.
“El
instinto de cazar y matar, la necesidad de aparearse y reproducirse, son los
instintos humanos más primitivos, pero se quedan en nada con el instinto humano
más fuerte, la necesidad de amor” (reflexión final).
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